En cualquier caso que se suscite decir adios es verdaderamente difícil.
La muerte del actor australiano Heath Ledger a sus 28 años de edad, sorprendió a la opinión pública el pasado 21 de enero.
Fama y dinero son ingredientes habituales en la receta del éxito de Hollywood, pero la historia se empeña en demostrar, algunos de quienes la saborean no logran asimilar su trascendencia y acaban siendo devorados por sus propias sombras.
El hecho no es ser una personalidad importante y conocida por todos,el hecho no es ser famoso y tener un montón de dinero, el hecho es que todos estamos a disposición de nuestras propias sombras que pueden dañarnos irreparablemnte.¿Qué hacer? creo que pase lo que pase a nuestro alrededor debemos pisar firmes, los pies siempre en el suelo y buscar LO SENCILLO DE LA VIDA. No vasta con decirlo es una lucha constante consigo mismo. Es una batalla ineterior del día a día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario